¿Quién es Victor Hugo ?

Victor Hugo

Foto: Wikipedia

Intentar, desafiar, persistir, perseverar, ser fiel a sí mismo, pelear a brazo partido con el destino, dejar asombrada a la catástrofe cuando ve qué poco miedo nos da, ora enfrentarse al poder injusto y ora rebelarse contra la victoria ebria, resistir, plantar cara: ése es el ejemplo que necesitan los pueblos y la luz que los electriza. (Los miserables)

(Besançon, Francia, 1802 – París, 1885) Poeta, dramaturgo y novelista francés considerado el máximo exponente del Romanticismo en su país.

En 1819 destacó en los Juegos Florales de Toulouse y fundó la revista Le Conservateur littéraire, junto con sus hermanos Abel y Eugène, pero su verdadera introducción en el mundo literario se produjo en 1822, con su primera obra poética: Odas y poesías diversas. En el prefacio de su drama Cromwell (1827) rechazó las reglas del teatro neoclásico, proclamó el principio de la «libertad en el arte» y definió su tiempo a partir del conflicto entre la tendencia espiritual y el apresamiento en lo carnal del hombre; considerado el manifiesto fundacional del teatro romántico, el texto situó a Victor Hugo como cabeza del movimiento, y su casa se convirtió en la sede del cenáculo romántico.

Desde esa nueva posición de jefe de filas del Romanticismo, y secundado por figuras como Alphonse de Lamartine, Alfred de Musset, Charles Nodier o Alfred de Vigny, el virtuosismo poético de Victor Hugo se puso de manifiesto en Las Orientales (1829), que satisfizo el gusto de sus contemporáneos por el exotismo oriental. La censura de su drama en cinco actos Marion Delorme retrasó su aparición en la escena teatral hasta el estreno de Hernani (1830), obra maestra que triunfó en la Comédie Française. La representación de este drama constituyó un auténtico escándalo, pero significó también la victoria de la joven guardia romántica sobre el viejo clasicismo y marcó un hito en la literatura por su ruptura con las rígidas normas de la tragedia francesa.

En 1830 inició una fase de singular fecundidad literaria, en la cual destacaron, además de distintos libros de poesía, su primera gran novela, Nuestra Señora de París, y el drama Ruy Blas. En 1841 ingresó en la Academia Francesa, pero, desanimado por el rotundo fracaso de Los burgraves, abandonó el teatro en 1843. La muerte de su hija Léopoldine, acaecida mientras él estaba de viaje, sumada al desengaño por la traición de su esposa con su amigo Sainte-Beuve, lo sumieron en una honda crisis.

Entregado a una actividad política cada vez más intensa, Victor Hugo fue nombrado par de Francia en 1845. Pese a presentarse a las elecciones de 1848 en apoyo de la candidatura de Napoleón III Bonaparte, sus discursos sobre la miseria, los asuntos de Roma y la ley Falloux anticiparon su ruptura con el Partido Conservador. El 17 de julio de 1851 denunció las ambiciones dictatoriales de Napoleón III y, tras el golpe de Estado, huyó a Bélgica. Si bien es cierto que no publicó ninguna obra entre 1843 y 1851, concibió su novela Los miserables y compuso numerosos poemas que aparecieron posteriormente.

En 1852 se instaló, con su familia, en Jersey (Reino Unido), de donde pasó en 1856 a Guernesey. Allí permaneció, en su propiedad de Hauteville-House, hasta 1870. Republicano convencido, denunció sin tregua los vicios del régimen conservador de su país y en 1859 rechazó la amnistía que le ofrecía Napoleón III.

De este exilio de veinte años nacieron Los castigos, brillante sarta de poesías satíricas; la trilogía de El fin de Satán, Dios y La leyenda de los siglos, ejemplo de poesía filosófica en la que traza el camino de la humanidad hacia la verdad y el bien desde la época bíblica hasta su tiempo; y su novela Los miserables, denuncia de la situación de las clases más humildes. Esta obra ha tenido numerosas adaptaciones teatrales y ha sido llevada a la pantalla grande en diversas ocasiones.

De vuelta a París, tras la caída de Napoleón III (1870), Victor Hugo fue aclamado públicamente y elegido diputado. Fue derrotado en los comicios siguientes, pero en 1876 obtuvo el escaño de senador de París, posición desde la que defendió la amnistía de los partidarios de la Comuna. Sin embargo, desengañado por la política, regresó a Hauteville-House (1872-1873).

El ritmo de su producción disminuía, pero su prestigio se acrecentaba sin cesar: un banquete conmemoró el quincuagésimo aniversario de Hernani; en 1881, su cumpleaños fue celebrado oficialmente y los senadores, en la tribuna, se levantaron sin excepción en su honor. A su muerte, el gobierno francés decretó un día de luto nacional y sus restos fueron trasladados al Panteón. Considerado como uno de los mayores poetas franceses, su influencia posterior sobre Baudelaire, Rimbaud e incluso Mallarmé y los surrealistas es innegable.

Fuente: Wikipedia, Biografías y Vidas.

¿Quién es Julio Llamazares?

Llamazares

 

Foto: Julio Llamazares, en el estudio de su casa por Ernesto Agudo.

El tiempo es una lluvia paciente y amarilla que apaga poco a poco los fuegos más violentos. (La lluvía amarilla)

 Julio Alonso Llamazares (Vegamián, León, 28 de marzo de 1955) es un guionista de cine, narrador y poeta español.

Aunque se le sitúa en la Generación poética de los ochenta, antologada por Luis Antonio de Villena en Postnovísimos (1986), fue reconocido fundamentalmente a raíz de su trabajo como novelista. Licenciado en derecho, abandonó muy pronto el ejercicio de la abogacía para dedicarse al periodismo escrito, radiofónico y televisivo en Madrid, ciudad donde estableció su residencia.

Inició su carrera literaria con la publicación del libro de poemas La lentitud de los bueyes (1979). Posteriormente, publicó un insólito ensayo narrativo titulado El entierro de Genarín (1981), y regresó a la poesía con Memoria de la nieve (1982), poemario que mereció el Premio Literario Jorge Guillén.

Su trabajo como novelista es conocido a partir de la obra que le daría renombre, Luna de lobos (1985), donde aportó soluciones poéticas al campo narrativo con una historia que versa sobre la sufrida existencia de los maquis surgidos de la guerra civil española; una epopeya anónima contada mediante un lenguaje de hondo calado poético. De hecho, en toda su producción ha hecho gala de un acentuado tratamiento lírico del lenguaje, unido a una proximidad personal a la naturaleza y al mundo rural, de carácter casi romántico.

Su segunda novela, La lluvia amarilla, de 1988, es un largo monólogo del último habitante de un pueblo del Pirineo de Huesca. La aldea de Anielle, abandonada por sus vecinos, parece desde una loma «un alud de losas y pizarras torturadas». Sólo queda allí Andrés de Casa Sosas, un anciano que ha sido testigo de la progresiva desolación, de la partida de los últimos vecinos, de la muerte de Sabina, su mujer. Entre el silencio y la soledad, el viejo Andrés deambula como un fantasma por las casas abandonadas, imaginando, en solitario monólogo interior, cómo reaccionarán los vecinos del pueblo próximo cuando se enteren de que él ha muerto.

Impenitente viajero, Julio Llamazares reunió sus peregrinas experiencias en diversos libros de viajes. En El río del olvido (1990) relató un viaje a pie siguiendo el curso del Curueño, el legendario río de su infancia. De 1998 son Tras-os-montes, sobre un viaje por la comarca portuguesa de Braganza, y Los viajeros de Madrid.

Sus principales artículos periodísticos integraron los volúmenes En Babia (1991) y Nadie escucha (1995). Ese mismo año, publicó la recopilación de relatos titulada En mitad de ninguna parte, y, posteriormente, Cuaderno del Duero (1999).

Aquí os dejamos la entrevista que le hicieron en el programa Palabras a medianoche en 2015.

Para conocerle mejor, leed la entrevista que publicó Javier Rodríguez Marcos en Babelia, en 2015.

Si queréis leer obras de este autor consultad el Catalogo de la Red de Bibliotecas Municipales de Getafe.

 

Fuentes: Wikipedia, Biografias y Vidas.

A vueltas con Lorca

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Fragmentos de vuelo de Federico que engarzan un poema que se abre del amor a la muerte, pero ahí no queda eso, porque el poema también vuelve en la otra dirección: de la muerte al amor. Acompañado por sus mujeres, por los poetas que le inspiraron como Cervantes o Lope, y por la música de piano que le acompaña: Halffter, Turina, Granados, Debussy, Grieg. Carmelo Gómez con Lorca apostado en todos los recodos del camino. Pasen y vean… pasen si lo desean.

Intérpretes: Carmelo Gómez y Mijail Studynov (piano)

El pasado mes de noviembre acudimos a ver la representación en el Teatro García Lorca, las personas que asistimos a los clubes de lectura de las Bibliotecas de Getafe.

 

Fuente: Noticiasparamunicipios.com, Mic Producciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Quién es Dacia Maraini?

DACIA MARAINI

Foto: Alessio Jacona from Rome, Italy (2015)

Siempre he peleado. Mi escritura viene de una indignación clara contra las injusticias. No solo hacia las mujeres, también hacia la situación de las cárceles, de los manicomios, de los sin techo… No se trata de un proyecto político, pero creo que un escritor debe dedicarse a escribir sobre el mal, no a hacer una exaltación del bien. No hay necesidad. Tiene que hablar de los problemas de su país, de las cosas que le ofenden, que le disgustan. Mi escritura viene de ahí, de las ganas de cambiar esa realidad y de la indignación frente a la injusticia. (El País, julio 2013)

Dacia Paola Maraini (Fiesole, 1936) es una novelista, poeta, dramaturga, ensayista y guionista cinematográfica italiana. Perteneciente a la llamada «generación de los años treinta», se cuenta entre los autores más reconocidos y traducidos de la literatura italiana contemporánea. Su obra se caracteriza por una indagación en las condiciones históricas y sociales de vida de las mujeres, inserta en una reflexión más amplia sobre múltiples temas sociales (como los problemas de la infancia o la marginación), abordados desde una perspectiva histórica, muy documentada, y con un estilo realista y claro.

Su padre, Fosco Maraini, era un conocido etnólogo y orientalista. Su madre, Topazia Alliata, era pintora y pertenecía a una familia de la aristocracia siciliana.

Deseoso de abandonar la Italia fascista, Fosco Maraini obtuvo una beca internacional para estudiar a los hainu, pueblo autóctono del Japón; país al que se trasladó con toda su familia en 1938. Entre 1943 y 1946 los Maraini, junto con otros italianos, fueron internados en un campo de concentración por negarse a firmar su adhesión a la República de Saló. En el campo la familia se vio sometida a privaciones extremas, que solo cesarían con la llegada del ejército estadounidense. En su libro de poemas Mangiami pure (1978) la escritora da cuenta de aquellos años de hambre y sufrimiento.

Tras volver a Italia en barco, la familia Maraini se trasladó en 1947 a Sicilia junto a los abuelos maternos, que vivían en Bagheria, en una mansión solariega, donde Dacia comenzó sus estudios. Eran los años difíciles de la posguerra, que la escritora rememorará en su texto autobiográfico Bagheria (1993), narrando sus miedos y su sorpresa ante un mundo desaparecido, como comprobó al visitarlo de mayor.

Algunos años después, la familia se separó. El padre se fue a vivir a Roma y la madre se quedó con los hijos en Palermo, donde Dacia estudió en el liceo. Al cumplir los 18 años, decidió irse a vivir a Roma con su padre. En la capital acabó el bachillerato y comenzó a ganarse la vida con trabajos esporádicos como archivista, secretaria o periodista.

A los 21 años fundó, junto con otros jóvenes, una revista literaria, Tempo di letteratura, y comenzó a colaborar en revistas de prestigio, como Paragone, Nuovi Argomenti; (que años más tarde llegaría a dirigir) o Il Mondo.

A inicios de los años sesenta Dacia Maraini se casó con el pintor milanés Lucio Pozzi, y publicó sus primeras novelas: La vacanza (1962), La edad del malestar (1963), que obtuvo el Premio Internacional Formentor, y A memoria (1967). Publicó también, con críticas elogiosas, su primer libro de poesía: Crueldad al aire libre (1967).

En esta época Maraini comenzó a dedicarse también al teatro, y fundó junto otros escritores el Teatro del Porcospino, en el que se representaban solo obras de autores italianos contemporáneos, entre ellos Carlo Emilio Gadda o Alberto Moravia, con el que comenzó en 1962 una relación de pareja que duró hasta 1978. Ella misma, desde la segunda mitad de los años sesenta, escribirá numerosas obras teatrales, entre las que destacan Maria Stuarda y Dialogo di una prostituta con il suo cliente, que conocieron un éxito internacional, representándose en múltiples países.

En 1973 Maraini funda con otras compañeras el Teatro della Maddalena, gestionado y dirigido por mujeres. En 1972 había publicado la novela Memorie di una ladra, que fue llevada al cine en 1973 con el título Teresa la ladrona de Carlo Di Palma, y protagonismo de Monica Vitti.

Donna in guerra se editó en 1975 y fue traducido a seis idiomas. En 1980 vio la luz Storia di Piera, escrito en colaboración con Piera Degli Esposti y que fue adaptada al cine por Marco Ferreri en la película del mismo título, protagonizada por Marcello Mastroianni, Hanna Schygulla e Isabelle Huppert.

En 1990 publicó La larga vida de Marianna Ucrìa, una novela histórica que narra la vida de la hija sordomuda de una gran familia siciliana de la primera mitad del siglo XVIII y su silenciosa lucha por sustraerse al destino reservado a las mujeres de su clase social: «Casarse, parir, casar a las hijas, hacerles parir y obrar de manera que las hijas casadas hagan parir a sus hijas para que estas a su vez se casen y paran…» La novela, que obtuvo, entre otros, el Premio Campiello y en 1990 el premio Libro del año, conoció un gran éxito internacional, traduciéndose a dieciocho idiomas, y fue llevada al cine y al teatro.

En 1994 Dacia, que entretanto no había abandonado su dedicación al teatro, conoció un nuevo éxito internacional con la novela Voces, que bajo un esquema policíaco aborda el tema de la violencia contra las mujeres. Voces obtuvo también varios premios prestigiosos y se tradujo a siete idiomas, entre ellos el español. En 1998 publicó la antología poética Se amando troppo y, al año siguiente, el libro de cuentos Oscuro, que aborda en doce relatos la violencia sobre la infancia y que obtuvo el Premio Strega.

A comienzos del presente siglo, Maraini compiló su obra teatral casi completa en el volumen antológico Fare Teatro (1966-2000); y publicó el ensayo Amata scrittura, basado en el contenido del programa cultural que condujo en televisión con el título Io scrivo, tu scrivi. En 2001 salieron a la luz La nave per Kobe, que narra el viaje de la familia Maraini a Japón, y el libro de fábulas La oveja Dolly.

Maraini ha tenido una estrecha relación con el cine y algunas de sus novelas han sido llevadas a la pantalla con su intervención como guionista. Entre ellas, Historia de Piera (1983), que dirigió Marco Ferreri. Con Ferreri, escribió también el guion de El futuro es mujer (1984), siguiendo el punto de vista feminista de toda la obra de Maraini. Para Yo soy mía (1978), hizo el guion que escribió para la directora Sofía Scandurra, a partir de su novela Donne in guerra (1975). Para la directora alemana Margarethe von Trotta escribió Amor y deseos (1988), pero quizá la mayor contribución al cine de Dacia Maraini fue su guion de Las mil y una noches (1974), que dirigió su amigo Pier Paolo Pasolini.

En 2003, colaboró de nuevo con Piera degli Esposti para escribir Piera e gli assassini. Al año siguiente publicó la novela Colomba que, a partir de la búsqueda de una muchacha desaparecida por su joven abuela, aborda la memoria familiar y colectiva de la región de los Abruzos, históricamente castigada por la pobreza, el bandidaje, las catástrofes naturales y la emigración masiva. En el año 2007 escríbió Il gioco dell’universo, un libro original dentro del género biográfico, que consiste en extractos de los diarios y apuntes de su padre (muerto en 2004 comentados por ella. El mismo año dio a la imprenta Pasos apresurados, dedicado al tema de la violencia contra las mujeres, del cual extrajo al año siguiente un espectáculo teatral, dirigido por ella misma y estrenado con ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Dacia conoció un nuevo éxito internacional en 2008, gracias a su novela El tren de la última noche que narra el viaje en 1956 de una joven periodista italiana en busca del rastro de su amor judío de adolescencia, desaparecido en Auschwitz; en sus pesquisas por Viena y Centroeuropa, la protagonista acabará en Budapest, viéndose involucrada en la Revolución húngara de 1956, lo que sirve a la autora para conectar el tema del Holocausto, de final estremecedor, con el de las consecuencias de la Guerra Fría, así como mostrar la cerrazón de buena parte de los alemanes a reconocer que su genocidio tenía motivos raciales y económicos.

Posteriormente ha publicado el libro de viajes La seduzione dell’altrove (2010); luego, La grande festa (2011), en donde entabla un diálogo imaginario con seres queridos y ausentes, entre ellos Pier Paolo Pasolini y Alberto Moravia. Y L’amore rubato (2012), es una colección de ocho durísimos relatos, protagonizados por otras tantas mujeres víctimas de violencia física o psíquica a manos de maridos, novios o amigos, todos los cuales parecen presentar una doble personalidad: en su vida social aparecen como amables y educados, amantes afectuosos y padres responsables, pero en la intimidad de su relación de pareja o del hogar familiar se comportan como torturadores.

Para conocer el pensamiento de esta autora os aconsejamos leer las entrevistas Dacia Maraini, la escritora que no calla (El País, 2013); Antes las mujeres se callaban, no hacía falta matarlas (El País, 2019) y La violencia sexual no es una cuestión biológica, sino histórica (M´sur, 2018).

Fuentes: Wikipedia, Eurochannel, El Mundo, El País.

¿Quién es Luis Cernuda?

luis cernuda

Foto: ABC

“Hay que gozar de nuestro instante como si durara siempre.“  (Las ruinas, 1947)

(Sevilla, 1904 – Ciudad de México, 1963) Poeta español, una de las figuras fundamentales de la Generación del 27. Su obra se inscribe dentro de una corriente que muchos han calificado de neorromántica, pues la sensibilidad, melancolía y dolor que destila su poesía se halla siempre dentro de unos límites de serena contención, a la manera de Gustavo Adolfo Bécquer, pero con características matizadas por una aguda actitud intelectual, rasgo esencial de la generación a la que perteneció.

Estudió derecho en su ciudad natal bajo la dirección de Pedro Salinas, de quien fue discípulo y quien orientó, asimismo, sus primeros pasos de poeta. En 1928 conoció en Málaga a Emilio Prados y Manuel Altolaguirre, y poco después, en Madrid, entabló amistad con Vicente Aleixandre y Federico García Lorca, poetas todos ellos pertenecientes a la Generación del 27. En diferentes momentos de su vida dio clases de español en la universidad de Toulouse, en Inglaterra y en Estados Unidos.

De su inicial inclinación a la soledad y al nihilismo evolucionó hacia una actitud de íntima y acogedora espiritualidad. Así, los poemas «Atardecer en la catedral» y «La visita de Dios» señalan, según José María Valverde, «el término de la evolución de un ambiente español, desde un ideario exquisito y minoritario hasta una emoción a la vez religiosa y socialmente humana». Al igual que otros de sus compañeros de generación, sus primeras obras marcan un itinerario que parte de la «poesía pura» preconizada por Juan Ramón Jiménez para luego desembocar en una estrecha afinidad con el surrealismo. Esta etapa, que dio comienzo con Perfil del aire (1927) y Égloga, elegía, oda (1928), logra su mayor expresión y madurez en Un río, un amor (1929) y Los placeres prohibidos (1931), libros en los que ya se muestra, en todo su esplendor, un Cernuda enamorado y rebelde, orgulloso de su diferencia.

En sus volúmenes siguientes arraigó con originalidad y dominio la tradición romántica europea: Donde habite el olvido (1934), Invocaciones (1935). Los títulos que aparecieron a partir de este momento, más los ya publicados, fueron engrosando su obra poética completa bajo el sugestivo rótulo de La realidad y el deseo (1936); en 1964 se publicó póstumamente la edición número cuarenta.

Cernuda, que tras la contienda civil española conoció el exilio del que jamás volvió, emprendió, bajo la influencia directa de la poesía anglosajona, un período en el que su obra poética se hace autobiografía y reflexión. Residente en Gran Bretaña, Estados Unidos y, por último, México, publicó sucesivamente, entre otros libros, Las nubes (1940), Como quien espera el alba (1947), Vivir sin estar viviendo (1949), Con las horas contadas (1956) y Desolación de la Quimera (1962).

La obra del autor ha sido objeto de numerosos estudios en muchos países. Tal vez quien más y mejor se haya aproximado a su sentido más genuino y profundo sea el mexicano Octavio Paz quien la divide en cuatro etapas: los años de aprendizaje, la juventud, la madurez y el comienzo de la vejez.

  • A la etapa inicial pertenecen las primeras poesías, publicadas en 1927 con el título de Perfil del aire —que muestran a un poeta elegante en su contemplación elegíaca del mundo— y Égloga, elegía, oda, escrito entre 1927 y 1928, que rinde homenaje a la tradición clásica a la vez que toca algunos temas muy cernudianos: amor y eros en especial.
  • Comienza el ciclo de la juventud con Un río, un amor y Los placeres prohibidos, escritos entre 1929 y 1931. Esos dos libros revelan la adhesión de Cernuda al surrealismo, que lo libera de sus represiones psíquicas y sociales. Aunque el clasicista que siempre hubo en él atempera muchas veces la ruptura formal, lo esencial de esos poemarios es su espíritu de rebeldía contra el orden establecido. En Los placeres prohibidos la rebelión crece con la abierta reivindicación de la homosexualidad. Donde habite el olvido (1934) es un libro neorromántico, «superbecqueriano», que desarrolla una elegía amorosa. Invocaciones, de 1934–1935, presenta al neorromántico dilatándose en amplios poemas que celebran las glorias del mundo y exaltan la misión del poeta.
  • El período de madurez arranca con Las nubes (1940 y 1943), uno de los más bellos libros de poesía sobre la Guerra Civil, donde lo elegíaco alcanza su plenitud. Bajo el estímulo de la lírica inglesa, incluye monólogos dramáticos, como «La adoración de los magos». Prolonga tono y estilo en Como quien espera el alba (1947). Obsesionado con sus recuerdos sevillanos, elabora en prosa Ocnos (1942), esencial para entender su mitología del Edén perdido.
  • En México se desarrolla su última etapa. Allí compondría Variaciones sobre tema mexicano (1952), Vivir sin estar viviendo (1944–1949) y Con las horas contadas, de 1950–1956, que en ediciones posteriores incorporará Poemas para un cuerpo (Málaga, 1957). Es perceptible la sustitución de la anterior musicalidad elegante, garcilasiana, por un ritmo seco, duro, y por la renuncia a toda ornamentación en favor del concepto. Este estilo alcanza su plenitud en Desolación de la Quimera (1962).

En 1985 se editó su única obra de teatro, La familia interrumpida.

Pero además de poeta, Cernuda fue también un excelente prosista. Toda su obra, recopilada tras su muerte por los estudiosos Derek Harris y Luis Maristany, se puede encontrar en el volumen Prosa completa (1975), en el que, entre otros títulos, aparecen Variaciones sobre tema mexicano (1952), y Ocnos (1942). Es autor de una obra crítica, Estudios sobre poesía española contemporánea (1953) y Poesía y literatura, I y II, 1960 y 1964), en ellas, Cernuda reivindica a Campoamor, expresa su admiración por su amigo Federico García Lorca y enjuicia con severidad la obra de Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas y Jorge Guillén.

En 1986 el programa de RTVE, Memoria fértil dedicó su emisión a Luis Cernuda.

Fuentes: Wikipedia, Biografías y Vidas, Instituto Cervantes.

Antología personal

ANTOLOGÍA PERSONAL

Luis Cernuda grabó los poemas de Antología personal en México pero no los pudo ver impresos. La primera publicación de esta grabación data de 1975. En España esta grabación fue publicada junto con la edición impresa por la editorial Visor en su serie «De Viva Voz». 

Incluye los poemas:

Palabra virtual os ofrece la grabación algunos de los poemas de esta Antología personal.

La mayoría de estos poemas podéis encontrarlos en Poesía wikipedia y también analizados en el estudio La Realidad y el Deseo publicado por el Dpto. de Lengua Castellana y Literatura del IES Maese Rodrigo (Carmona, 2019)

Déjame esta voz, He venido para ver, No decía palabras  y Si el hombre pudiera decir se publicaron dentro del libro Los placeres prohibidos en 1931. En este libro estalla la rebeldía del poeta y, supone toda una decidida y desinhibida confesión de sus pulsiones eróticas. Encontrandose con un resultado nada risueño. Un mundo hostil impide la realización de su deseo, y aunque el placer es superior a las normas, los límites y las leyes, al final todo parece enturbiarse y corromperse. Un placer que resulta inútil y efímero.

Impresión de destierro y A Larra con unas violetas se incluyen en el libro Las nubes. (1937-1940)  que señala el comienzo de la llamada segunda época, el exilio real y físico se suma a su vivencial exilio interior de siempre. Cernuda, como muchos otros poetas, reacciona ante la muerte de Federico García Lorca con un poema, en el que no escatima duras expresiones contra la incomprensión y el odio hispánicos. La guerra civil española marcó de forma indeleble su poesía. Impresión de destierro refleja el sentimiento del desterrado y la obsesión por España, que ya nunca lo abandonará.

Cementerio en la ciudad, Lázaro, Los espinos y Hacia la tierra forman parte del libro Como quien espera el alba (1941-1944). También en este libro se refleja su amargura, pero más serenamente. El título parece ser esperanzador (el libro se publicará dos años después del final de la segunda guerra mundial). Es un libro con frecuentes evocaciones, de mirada hacia atrás. Pero esa nostalgia, la rememoración de su infancia y adolescencia, no refleja, precisamente, un paraíso perdido. En esta obra Cernuda opta por la expresión más íntima de los sentimientos. Se trata de una poesía inscrita en la última etapa de la Generación del 27, más centrada en el contenido que en la artificiosidad de la forma.

Remordimiento en traje de noche, Estoy cansado se incluyen en Un río, un amor (1929). Libro en el que se percibe la exploración y el puente que el poeta establece entre dos dimensiones, en principio opuestas: el mundo interior y el exterior. Entre el deseo de amar y la posibilidad o no de realizar ese deseo. La conclusión es ya desoladora. Desilusión y soledad que se enmarcan en un paisaje urbano frío e inhóspito, sombras. Acusa la influencia del surrealismo.

Escondido en los muros se publicó en 1927 en Perfil del aire. Libro que muestra a un poeta elegante en su contemplación elegíaca del mundo.

Donde habite el olvido  está incluido en el libro del mismo nombre (1932-1933). En relación con libros anteriores es más pesimista. El título está tomado de un verso de la rima LXVI de Gustavo Adolfo Bécquer. La rebeldía, la violencia y la técnica surrealista, dejan paso ahora a la expresión íntima y becqueriana de un sentimiento de dolor y frustración motivado por un desengaño amoroso. Se percibe la mirada retrospectiva, los recuerdos de la adolescencia, tanto felices como desgraciados, esa proyección de su propia autobiografía poética que se acentuará en obras posteriores. En este poema se condensan casi todas las características del libro.

El retraído forma parte de La realidad y el deseo libro recopilatorio de los poemas escritos entre 1924 y1962.​ La edición final de la obra se publicó en México en 1962.

Un contemporáneo  se incluye en Vivir sin estar viviendo publicado en 1949. Se trata de un poema en el que Cernuda anticipa irónicamente su propio homenaje y reprocha
su ceguera a la crítica contemporánea desde la misma lógica que había empleado
en sus piezas dedicadas a Lorca, Larra, Gide, etc., a saber, la glorificación del poeta
como héroe literario.

Fuentes: Wikipedia, Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Maese Rodrigo (Carmona, 2019)

Si queréis leer otras obras de Luis Cernuda consultad el Catálogo de la Red de Bibliotecas Municipales de Getafe.

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¿Quién es John Williams?

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Foto: Fiordo editorial

“Un estudiante cualquiera al que viniera a la cabeza su nombre podría preguntarse tal vez quién fue William Stoner, pero rara vez llevará su curiosidad más allá de la pregunta casual.» (Stoner)

John Williams (Texas,1922 -Arkansas,1994) fue un escritor estadounidense principalmente conocido por sus novelas Stoner y El hijo de César, aunque también se dedicó a la poesía.

Nació en la pequeña localidad tejana de Clarksville, cerca del río Rojo. Desempeñó varios empleos en periódicos y emisoras de radio antes de enrolarse en el ejército en 1942, en la India y Birmania. Varios años después de la Segunda Guerra Mundial fue a la Universidad de Denver. Durante este periodo publicó su primera novela, Nothing But the Night (1948), y su primera colección de poemas, The Broken Landscape (1949). En otoño de 1950 fue a la Universidad de Misuri, donde ejerció como profesor y obtuvo el doctorado en 1954. En 1955 pasó a dirigir el programa de escritura creativa de la Universidad de Denver.

La segunda novela en publicarse fue Butcher’s Crossing (1960), seguida de English Renaissance Poetry (1963), una antología de poesía en inglés en la que Williams escribió la introducción. Su segundo libro de poemas, The Necessary Lie se publicó en 1965, año en el que se convirtió en editor de la revista literaria University of Denver Quarterly, hasta 1970. En 1965 también se publicó su tercera novela, Stoner, que fue reeditada por The New York Review of Books en los años 2000 y trata sobre la vida y la vocación de un profesor de literatura, por lo que contiene elementos autobiográficos. La más conocida de sus obras es su cuarta novela, Augustus, traducida al español como El hijo de César, ganadora del National Book Award de ficción en 1973.

Tras jubilarse de la Universidad de Denver en 1986, Williams se trasladó con su mujer a Fayetteville, Arkansas, hasta que murió de un fallo respiratorio el 3 de marzo de 1994. Una quinta novela, The Sleep Of Reason, quedó inacabada en el momento de su fallecimiento.

John Williams es de esos autores a los que se llega por recomendación de alguien o por una circunstancia fortuita. Autor de pocos libros y de vida tranquila, trabajó como profesor universitario durante casi toda su vida y, aunque fue un autor leído en su tiempo y que incluso ganó en 1973 el National Book Award por El hijo de César, ha sido en estos últimos años cuando su nombre ha agarrado más fuerza y sus libros, más lectores.

Tras su muerte el obituario del New York Times destacó más su faceta de poeta y académico que la de novelista, aunque con los años esta faceta ha sido reivindicada, y hoy sus novelas –especialmente Stoner– están teniendo un éxito inesperado en varias partes del mundo. Un éxito que ha llegado gracias a las recomendaciones de boca a boca, a algunas elogiosas críticas y a reediciones de sus novelas, que salvaron a Williams de pasar al olvido, como sí le ocurrió al protagonista de su novela Stoner, a quien ni sus colegas profesores, “que no le profesaban mayor estima cuando vivía, pocas veces hablan ahora de él”.

Las novelas de Williams son tan disímiles que cada una de ellas es una experiencia única y especial.  De hecho, cada una fue promocionada de manera distinta: Butcher’s Crossing como western, Stoner como novela académica y El hijo de César como novela histórica, etiquetas que según algunos críticos asustaron a los lectores, y que el propio Williams sospechó que no eran una buena estrategia comercial.

Stoner narra la vida de John Stoner, un hijo de campesinos que en 1910 entra a la universidad de Misuri a estudiar agricultura pero que al poco tiempo cambia de rumbo cuando descubre su gusto por la literatura y su vocación como profesor universitario. Una novela un tanto triste sobre un idealista que aspira a triunfar en el amor y en su trabajo, pero que –sin poder evitarlo- ve cómo su matrimonio y su ascendente carrera como profesor se precipitan al fracaso.

En Butcher’s Crossing, también aparece el tema de las rivalidades masculinas. El protagonista, Will Andrews, es un recién regresado de Harvard que -influenciado por el Trascendentalismo de Emerson- llega al Oeste en 1876 en busca del sentido de la vida. En Kansas, Andrews conoce a tres cazadores, con los que parte a las montañas en busca de pieles de búfalos, y con quienes termina pasando una larga y agobiante temporada en la nieve, de la que regresa con las manos ásperas, inmutable y convertido en hombre. La novela -que a ratos nos recuerda a Thoreau- habla de la lucha del hombre con esta naturaleza implacable, de la violencia injustificada, y también de esa pasión que mueve a ciertos hombres «a cruzar medio continente hasta un territorio salvaje donde soñó que podría encontrar, como en una visión, su yo inalterable«.

La iniciación sexual, las tensiones entre hombres y mujeres, y la muerte son temas comunes en Butcher’s Crossing y Stoner. Williams considera que toda novela «debe ser sobre nacer, vivir y morir». En El hijo de César, estos elementos están presentes desde el inicio del libro -que comienza con la muerte de Julio César- hasta el final, que narra la muerte de Octavio César y de su hija Julia en el exilio.

La novela, escrita a través de epístolas, narra la vida de Octavio César desde que es un joven inexperto que viaja con sus amigos, hasta que se convierte en emperador de Roma, y donde el lector puede conocer el pensamiento de cada personaje -de su hija, de su esposa, de sus amigos y de sus enemigos- sin tener que leer diálogos impostados o recreaciones forzosas tan propias de las novelas históricas. La novela -al igual que las obras anteriores- también tiene por protagonista a un héroe que triunfa en su misión política (como Stoner en la academia y Andrews en las montañas), pero que también fracasa en lo personal: un héroe que comienza siendo un joven idealista, pero que al final de sus días -pese a los triunfos alcanzados- siente que está solo: perdió a su hija Julia en el destierro, provocó la desunión de su familia entre maquinaciones para retener el poder y que se perdió a si mismo y la oportunidad de ser feliz.

Sobre la difusión de su obra en España, resulta curiosa la historia sobre el motivo que llevó a la editorial tinerfeña Baile del Sol a publicarla en nuestro país y que nos relata Karen Estévez en Diario de Avisos.

Fuentes: Wikipedia, Fundación La Fuente.

¿Quién es Julio Cortázar?

 

CORTAZAR

Foto: La Tercera, 2020

“El hombre es el animal que pregunta. El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas» (Rayuela)

(Bruselas, 1914 – París, 1984) Escritor argentino, una de la grandes figuras del llamado «boom» de la literatura hispanoamericana, fenómeno editorial que, en la década de 1960, dio merecida proyección internacional a los narradores del continente.

Seguidor de Borges como brillante cultivador del cuento fantástico, los relatos breves de Cortázar se apartaron sin embargo de la alegoría metafísica para indagar en las facetas inquietantes y enigmáticas de lo cotidiano. Su afán renovador se manifiesta sobre todo en el estilo y en la subversión de los géneros que se verifica en muchos de sus libros, de entre los cuales la novela Rayuela (1963), con sus dos posibles órdenes de lectura, sobresale como su obra maestra.

Hijo de un funcionario asignado a la embajada argentina en Bélgica, su nacimiento coincidió con el inicio de la Primera Guerra Mundial, por lo que sus padres permanecieron en Europa. En 1918 volvieron a Argentina, para radicarse en el suburbio bonaerense de Banfield.

Estudió magisterio y letras y durante cinco años fue maestro rural. Pasó más tarde a Buenos Aires, y en 1951 viajó a París con una beca. Concluida ésta, su trabajo como traductor de la UNESCO le permitió afincarse definitivamente en la capital francesa. 

En la década de 1960, Julio Cortázar se convirtió en una de las principales figuras de la literatura hispanoamericana y disfrutó del reconocimiento internacional. junto a los grandes protagonistas del «boom»: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes, los uruguayos Juan Carlos Onetti y Mario Benedetti o sus compatriotas Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, entre otros. A diferencia de Borges, Cortázar sumó a su sensibilidad artística su preocupación social: se identificó con las clases marginadas y estuvo muy cerca de los movimientos de izquierdas.

En 1962 su viaje a la Cuba de Fidel Castro constituyó una experiencia decisiva en su vida y el detonante de su activismo político en toda Latinoamérica. Intervino con firmeza en la defensa de los derechos humanos, y fue uno de los promotores y miembros más activos del Tribunal Russell.

Como parte de este compromiso escribió numerosos artículos y libros, entre ellos Dossier Chile: el libro negro, sobre los excesos del régimen del general Pinochet, y Nicaragua, tan violentamente dulce, testimonio de la lucha sandinista contra la dictadura de Anastasio Somoza, en el que incluyó el cuento Apocalipsis en Solentiname y el poema Noticias para viajeros. Tres años antes de morir adoptó la nacionalidad francesa, aunque sin renunciar a la argentina. Falleció en París el 12 de febrero de 1984, poco después de enviudar de su segunda mujer, Carol Dunlop.

La literatura de Cortázar parte de un cuestionamiento vital, cercano a los planteamientos existencialistas en la medida en que busca la autenticidad, el sentido profundo de la vida y del mundo. Sus obras de marcado carácter experimental, que lo convierten en uno de los mayores innovadores de la lengua y la narrativa en lengua castellana.

Como en Jorge Luis Borges, sus relatos ahondan en lo fantástico, aunque sin abandonar la realidad cotidiana. Su narrativa constituye un permanente cuestionamiento de la razón y de los esquemas convencionales de pensamiento.

En la obra de Cortázar la ruptura del orden espacio temporal propone al lector diferentes posibilidades de participación que completan el universo narrativo. Expresión de tales propuestas es Rayuela, considerada una de las obras fundamentales de la literatura de lengua castellana, y en sus relatos breves, donde, pese a su originalísimo estilo y su dominio inigualable del ritmo narrativo, se mantuvo más cercano a la convenciones del género. Cabe destacar, entre otros muchos cuentos, Casa tomada o Las babas del diablo, ambos llevados al cine, y El perseguidor, cuyo protagonista evoca la figura del saxofonista negro Charlie Parker.

Se consideran inicio de su bibliografía los relatos que integraron Bestiario (1951), publicado en la misma fecha en la que inició su exilio. A esta tardía iniciación, tenía casi 40 años, suele atribuirse la perfección de su obra, que desde esa entrega no contendrá un solo texto que pueda considerarse menor.

En sus cuentos y como cultivador del género fantástico, Julio Cortázar fusiona en sus los mundos de la imaginación y de lo cotidiano, obteniendo como un resultado altamente inquietante.  Como en  Las armas secretas (1959), entre cuyos cuentos destaca «El perseguidor», que tiene por protagonista a un crítico de jazz que ha escrito un libro sobre un célebre saxofonista borracho y drogadicto. Cuando se dispone a preparar la segunda edición del mismo, Jonnhy, el saxofonista, quiere exponerle sus opiniones acerca de su propia música y el libro, pero, en realidad, no le cuenta nada; no parece que tenga nada profundo que decir, como tampoco lo tiene el autor del libro, por lo que, muerto Jonnhy, la segunda edición únicamente se diferencia de la primera por el añadido de una necrológica.

En Final del juego (1964), encontramos algunas de las descripciones más crueles de Cortázar, como por ejemplo Las ménades, una auténtica pesadilla; pero también hay sátiras, como ocurre en La banda, en el que su protagonista, cansado del sistema imperante en su país (clara alusión al peronismo), se destierra voluntariamente, como Cortázar hizo a París en 1951. En Axolotl, tras contemplar diaria y obsesivamente anfibios en un acuario, el narrador del cuento se ve convertido en uno más de ellos, recuperando de tal manera el tema del viejo mito azteca.

De Todos los fuegos el fuego (1966), destaca La autopista del Sur, historia de un amor nacido durante un embotellamiento, cuyos protagonistas, que no se han dicho sus nombres, son arrastrados por la riada de vehículos cuando el atasco se deshace y no vuelven ya nunca a encontrarse. 

En  Octaedro (1974), lo fantástico vuelve a mezclarse con la vida de los hombres, casi siempre en el momento más inesperado de su existencia. Más cercanas a lo cotidiano y abiertas a la normalidad son sus tres últimas colecciones de relatos, Alguien que anda por ahí (1977), Queremos tanto a Glenda y otros relatos (1980) y Deshoras (1982), sin que por ello dejen de estar presentes los temas y motivos que caracterizan su producción.

Pero es en la novela donde Julio Cortázar dejó su irrepetible huella literatura en lengua española, desde Los premios (1960), su novela inicial, hasta la amorosa despedida textual de Nicaragua, tan violentamente dulce (1984). El momento álgido de su propuesta innovadora fue la escritura de Rayuela (1963).

Protagonizada por un álter ego de Cortázar, Horacio Oliveira, Rayuela narra el itinerario de un intelectual argentino en París (primera parte) y luego en Argentina (segunda parte), para agregar, en la tercera parte y al modo de misceláneas, una serie de anotaciones, recortes periodísticos, poemas y citas que pueden intercalarse en la lectura de las dos primeras, según el recorrido que decida el lector, a partir de los dos que propone el autor.

Las desavenencias amorosas entre La Maga y Horacio Oliveira, los conflictos intelectuales de Horacio, una amplia red de referencias culturales, con el jazz en posición preferente, y la invitación a la participación del lector como coautor de esa obra abierta, encontraron en el clima de efervescencia cultural de la década de 1960 su perfecto campo de desarrollo. Rayuela ha quedado así como uno de los emblemas imprescindibles de la cultura argentina de ese momento, en el que la novela de Julio Cortázar ocupó un lugar central y fue objeto de toda clase de asedios y comentarios críticos.

Algunas de las sucesivas novelas de Cortázar fueron un intento de avanzar en la dirección de Rayuela: así, la titulada 62. Modelo para armar (1968) es un excelente comentario en paralelo, extraído de una propuesta sugerida en el capítulo 62 de su obra maestra. En el Libro de Manuel (1973), el experimentalismo deja paso a un intento de explicar la difícil convivencia entre el compromiso político y la libertad individual.

Por lo que respecta al género de los «almanaques», esa combinación específicamente cortazariana de todos los géneros en ninguno, es imprescindible referirse a títulos como La vuelta al día en ochenta mundos (1967) o Último round (1969). Tales volúmenes, de difícil clasificación, alternan el cuento con el ensayo, el poema y el fragmento narrativo o crítico. En este apartado merecen mención aparte las inefables Historias de cronopios y de famas (1962), graciosos y complejos personajes simbólicos con singulares actitudes frente a la vida, Un tal Lucas (1979), irónico retrato de un personaje de extraña coherencia, y el casi póstumo Los autonautas de la cosmopista (1983), irrepetible mezcla de diario de viaje y testamento de amor. 

Aquí tenéis un fragmento del documental que en 1994 estrenó Tristán Bauer sobre la vida de Julio Cortázar.

 

Podéis disfrutar de la entrevista que concedió al programa de RTVE A fondo (1977) y en la que habla de su oficio de maestro, del inicio de su vocación literaria y hace un repaso cronológico de su obra.

Fuentes: Biografías y Vidas, Wikipedia, Instituto Cervantes.

¿Quién es Manuel Rivas?

 

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[El libro] Es un lugar donde no existe el poder jerárquico convencional, porque en el ADN del libro está esa condición de ser un espacio de libertad, donde no se domina. (I Encuentro Clubes de Lectura de Asturias, 2006)

Manuel «Manolo» Rivas Barrós nació en A Coruña en 1957. Escritor, poeta, ensayista y periodista español cuya obra se desarrolla fundamentalmente en lengua gallega, aunque también las traduce a menudo él mismo al castellano.

Su carrera como periodista se inició muy tempranamente, a los 15 años, como meritorio en El Ideal Gallego. Estudió Ciencias de la Información en Madrid. Fue subdirector de «Diario de Galicia». Es y ha sido colaborador en diversos medios de comunicación gallegos y españoles; El País, El Ideal Gallego, Diario de Galicia y La voz de Galicia. En 2003 participó, junto con Xurxo Souto, en la reinauguración​ de la emisora comunitaria Cuac FM (A Coruña), de la que ambos se convirtieron en padrinos y socios de honor. Fundador y codirector junto con el periodista Xosé Manuel Pereiro de la revista mensual en lengua gallega Luzes, de crónicas, análisis y creación.

Como periodista se ha mantenido siempre comprometido con los problemas sociales y ecológicos. Fue socio fundador de Greenpeace. Durante el desastre del Prestige, participó en la creación de la plataforma ciudadana Nunca Máis. Fue además premiado por la asociación belga de Amnistía Internacional. En 1981 participó en la expedición del «Xurelo» a la Fosa Atlántica, donde se vertían residuos radioactivos, una protesta que culminaría con la prohibición en 1985, por la Organización Marítima Internacional, de los cementerios nucleares en el mar.  

Considerada la voz más sobresaliente de la literatura gallega contemporánea, Manuel Rivas se ha convertido también en una rara excepción dentro del panorama de la literatura mundial. Por su manejo del lenguaje, su autenticidad, la ternura de sus historias, la profunda resonancia poética de su palabra, sus libros han ido ganando adeptos no sólo en el continente europeo, sino en el americano. Su obra literaria está escrita originalmente en gallego.  En 2009 fue elegido miembro de la Real Academia Gallega y en octubre de 2011, distinguido con el título de doctor honoris causa por la Universidad de A Coruña.

En la literatura se inició como poeta, en los años setenta: fue cofundador del grupo Loia y en la revista homónima publicó sus primeros versos. Ha publicado varios poemarios y las antologías El pueblo de la noche y El pueblo de la noche y Mohicania revisitada.

La obra de Rivas se caracteriza por su vibración emotiva, su hondo lirismo y una capacidad asombrosa para la recreación de la realidad en poderosas imágenes que metaforizan nuestro mundo y hacen de su obra una de las más apreciadas en Galicia e más allá de sus fronteras.

En la narrativa comenzó con cuentos, y obtuvo su primer triunfo con el volumen Un millón de vacas (1989), que ganó el Premio de la Crítica de narrativa gallega. Con la recopilación ¿Qué me quieres, amor? se llevó en 1996 los premios Nacional de Narrativa y Torrente Ballester. Este libro incluye el relato La lengua de las mariposas, en el que se basó José Luis Cuerda para rodar la película homónima. 

El lápiz del carpintero (1998) ganó el  premio de la Crítica y fue llevada al cine por Antón Reixa. De 1999 es Ella, maldita alma, recopilación de trece relatos sentimentales, de cuidadoso lenguaje, en los que mezcla ficción y realidad.

Después ha publicado los relatos de As chamadas perdidas (Las llamadas perdidas) en 2002 (premio de la Crítica), y de Contos de Nadal (2003); así como Nosotros dos, de ese mismo año. En 2005 hizo una incursión en el teatro con la pieza El héroe.

Obras posteriores son la novela Os libros arden mal (2006) y el ensayo A cuerpo abierto (2008). También ha publicado ocho poemarios.

Todo é silencio (Todo es silencio), 2010, fue finalista al premio Hammett como novela negra policiaca y ha sido adaptada al cine en 2012 por José Luis Cuerda.

En 2013 ve la luz su obra Vicente Ferrer. Rumbo a las estrellas con dificultades.

En 2012 ha publicado un muy personal As voces baixas (Las voces bajas), donde se zambulle en su infancia (y en la de su hermana María), como testigos de la supervivencia familiar durante el franquismo y de las «voces de la intrahistoria». Como dice Rivas, «lo que cuento no es el enigma que yo soy; yo puedo entender parte del enigma que soy contando a los demás».

En 2015 ha publicado O último día de Terranova ( El último día de Terranova), novela que relata la trayectoria española desde la posguerra y la transición tomando como punto de partida la vida de una librería de La Coruña, hoy amenazada por el cierre.​ 

En 2018 publcó, en gallego y castellano, Vivir sen permiso e outras historias do Oeste , que contiene tres «nouvelles» o novelas cortas: El miedo de los erizos, Vivir sin permiso, y Sagrado mar. Ese mismo año, 2018, publicó Contra Todo Isto: un manifesto rebelde, editado tambilén en castellano, que, entre otros contenidos, incluye una obra de aforismos titulada Herbas de cego (Hierbas de ciego).

Sobre su pensamiento y su obra charlo con Lois Alcayde Dans  en 2018 y con Willy Veleta.

Fuentes:  Wikipedia, Escritores.org, Instituto Cervantes.

 

El secreto del Abuelo Oso

 

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El bosque es el nevado escenario donde se encuentran Mamá Cuervo y Abuelo Oso, que ha interrumpido su letargo invernal, incapaz de recordar dónde ha escondido un secreto. No está entre las ramas de la osera, ni en el lago… y la inseguridad de la duda le hace sentirse vulnerable. El misterio envuelve esta hermosa obra narrativa donde la naturaleza es un personaje más; una naturaleza humanizada por la poética del texto de
Pedro Mañas, con metáforas que acentúan el tono descriptivo de la historia.

La historia, poética, simple y bella, logra capturar en pocas palabras y en dibujos limpios y originales la magnitud del ciclo de la vida y la grandeza de la naturaleza frente a nuestras decisiones, secretos y miedos.

Ni en los árboles, ni en la madriguera, ni en el lago… Tanto ha guardado un secreto que, cuando Abuelo Oso despierta de su letargo invernal, es incapaz de encontrarlo.

 

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Ilustración El secreto del Abuelo Oso (Kalandraka)

 

Podéis conseguir este libro en la Red de Bibliotecas Municipales de Getafe .