Rayuela es la segunda novela de Julio Cortázar. Escrita en París y publicada por primera vez en 1963, constituye una de las obras centrales del boom latinoamericano y de la literatura en español.
Julio Cortázar, tenía originalmente pensado titular a la novela Mandala, nombre que alude a los símbolos circulares del hinduismo y del budismo que representan los universos internos (microcosmos) y externos (macrocosmos) y se utilizan en meditación para alcanzar la unidad con el ser —justamente la búsqueda de Horacio Oliveira, protagonista de la novela—. Sin embargo, al autor le sonaba pretencioso titularla así, por lo que decidió finalmente llamarla Rayuela, en referencia al juego infantil. El objetivo de dicho juego es alcanzar el cielo, es decir el noveno cuadro, por medio de saltos en un pie. De ese modo, el cielo de la rayuela se constituye en el símbolo de esa quimera autoimpuesta de Oliveira de buscar siempre algo que no sabe qué es.
Narra la historia de Horacio Oliveira, su protagonista, y su relación con «la Maga». La historia pone en juego la subjetividad del lector y tiene múltiples finales. A esta obra suele llamársela «antinovela», aunque el mismo Cortázar prefería denominarla «contranovela». Significó un salto al vacío que lo distanció de la seguridad controlada de los cuentos fantásticos de su primera época como escritor para adentrarse en una búsqueda sin hallazgos a través de preguntas sin respuesta.
Si bien el estilo que se mantiene a lo largo de la novela es muy variado, según el propio Cortázar la obra «de alguna manera es la experiencia de toda una vida y la tentativa de llevarla a la escritura».
En su fondo y en su forma, Rayuela reivindica la importancia del lector y, hasta cierto punto, lo empuja a una actividad y a un protagonismo antes negados por la novela clásica, en la cual lo importante era conducir a este por la linealidad de la historia hasta el final. En Rayuela, en cambio, el argumento se concibe no más que como un escenario en el cual los personajes se desenvuelven en una libre y profunda vitalidad que el autor les otorga y de la que él mismo dice no hacerse responsable.
La novela plantea la negación de la cotidianidad y la apertura a nuevas realidades donde las situaciones más absurdas se toman hasta sus consecuencias más trágicas con total ligereza, incluso con sentido del humor. Estos caminos que se plantean constituyen una nueva forma de llegar al cielo de la rayuela.
Muchos críticos se refieren a esta obra como una «antinovela» por su carácter innovador, ya que rompe con todos los cánones preestablecidos en la época de su primera publicación. Sin embargo, Cortázar no estaba totalmente de acuerdo con esta clasificación, pues dicho término le parecía una «tentativa un poco venenosa de destruir la novela como género», según afirmó en una entrevista. Por esta razón él prefería denominarla «contranovela», pues con Rayuela buscaba «ver de otra manera el contacto entre la novela y el lector»: incitar a este a que modificara su actitud pasiva frente a la novela, convertirlo en parte activa y crítica de esta y suscitar así «una especie de polémica entre un autor y un lector».
Con un total de 155 capítulos, Rayuela, puede leerse de varias maneras:
- Por la lectura normal, leyendo secuencialmente de principio a fin.
- Por la lectura «tradicional», propuesta por Cortázar, leyendo secuencialmente desde el capítulo 1 hasta el 56 y prescindiendo del resto.
- Por «el orden que el lector desee» —una posibilidad que Cortázar exploró después en su novela 62/Modelo para armar—.
- Por la secuencia establecida por el autor en el tablero de dirección (que se encuentra al inicio del libro), que propone una lectura completamente distinta, saltando y alternando capítulos. Ese orden, con varios elementos estilísticos del collage, comprende textos de otros autores y ámbitos. En el tablero de dirección, el autor nos propone dos maneras de leer:
- La primera propuesta es la forma corriente (empezando por el capítulo 1, siguiendo por el 2 y así, sucesivamente) hasta llegar al capítulo 56. Este primer libro está formado por dos partes:
-Del lado de allá: Horacio Oliveira trabaja como traductor en París. Allí funda con unos amigos el Club, donde mata el tiempo conversando o escuchando música de jazz. Mantiene una relación amorosa con Lucía, la Maga, una uruguaya que es madre de un niño al que ella llama Rocamadour. Sin embargo, la peculiar relación que existe entre ambos se deteriora. En una de sus reuniones, Rocamadour cae muerto repentinamente y, a consecuencia de ello, Lucía desaparece y deja escritas unas líneas. Esta primera parte, termina con la imagen de una rayuela, hilo conductor de todo el libro que representa la búsqueda del equilibrio (el cielo).
-Del lado de acá:La acción de esta parte del libro se sitúa en la ciudad de Buenos Aires. Antes de llegar a aquí, Oliveira busca desesperadamente a la Maga en Montevideo. De regreso en barco a Argentina, la confunde con otra mujer.
Ya en Argentina, vuelve a su amistad con Traveler y conoce a la mujer de este, Talita, que le recuerda desde el primer momento a la Maga. Trabajará con esta pareja en un circo y en una clínica psiquiátrica. Pero Oliveira se ve desbordado por síntomas progresivos de desequilibrio mental. Sus confusiones hacen que crea ver a cada momento a la Maga en vez de a Talita. Esto le llevará a una crisis que lo hace pensar en el suicidio. Se intenta suicidar pero finalmente Traveler y Talita evitan que se deje caer desde la venta a un patio en el que hay pintada una rayuela. - La segunda manera es empezar en el capítulo 73 y seguir el orden propuesto en cada uno de los capítulos. En este segundo libro, De otros lados, encontraremos nuevas incorporaciones paisajistas, los «capítulos prescindibles», a la estructura argumental delineada anteriormente en el libro. Estos paisajes constituyen una visión más profunda de la misma realidad, en la que se revelan conexiones ocultas. Pero además, aparecen en ella personajes como Morelli, un anciano escritor del que se sirve el autor para exponer algunas de las claves de Rayuela: novela abierta, fragmentada, inquietante y participativa que refleja el caos de la realidad pero ni lo ordena ni lo explica.
Aquí tenéis un fragmento del capítulo 2 de Rayuela en la voz de Julio Cortázar.
Rayuela nunca fue llevada al cine. Pero autores como Manu Ochoa, Alejandro Mos Riera han hecho su personal homenaje. En 2013 coincidiendo con el 50 aniversario de la publicación de la novela, Daniela lozano estreno su cortometraje Andábamos sin buscarnos que toma los capítulos 1, 2 y 7 —Del lado de allá— y 93 —De otros lados—, algunos de los que tocan el amor entre Horacio Oliveira y la Maga en Rayuela, y hacia el final alterna con fragmentos de Reino Crepuscular, otro corto de Lozano. “Nos interesaba cómo en Rayuela se hablaba de la creación de un nuevo mundo, no sólo en la literatura, sino en las relaciones”, cuenta la cineasta.
Fuentes: Wikipedia, La Casa del Libro, Actualidadliteraria.com,Clavedelibros.com, Clarín.
Si deseáis leer otros libros de Julio Cortázar, podéis consultar el Catálogo de la Red de Bibliotecas Municipales de Getafe.